Perfumes: Guía para su recomendación
A lo largo de la historia se han creado distintos métodos de clasificación de las fragancias, algunos de ellos trazaban la principal línea divisoria en si eran perfumes para hombre o mujer, pero en la relación que presentamos aquí no existe tal separación.
Esto no excluye que algunas de las familias tengan un carácter más marcadamente masculino o femenino. El término perfume proviene del latín (per fumum, a través del humo). Si bien se refiere a las sustancias de combustión olorosa empleadas, sobre todo en ceremonias religiosas, lo cierto es que en la actualidad denomina a todo tipo de sustancia de olor agradable.
Los ingredientes de un perfume y su combinación lo convierten en diferente y exclusivo, pero, por otra parte, algunos de estos ingredientes hacen que pueda incluirse en una determinada familia olfativa. Son esencias individuales pero que comparten las características de un grupo.
Notas: Todas las fragancias poseen notas perfumísticas en sus composiciones. Son esencias que están presentes en proporciones diferentes y únicas. El balance logrado por la mezcla de estas sustancias es lo que le da a cada perfume una personalidad propia y distintiva.
Existen tres tipos de notas:
Notas de cabeza: Son las más suaves del grupo y desaparecen en 5 ó 10 minutos. Es la primera nota de un perfume, la primera impresión que se tiene de él. A cabo de unos minutos, se pierde, para dar paso a las notas medias.
Notas medias: Son las notas que se descubre 15 minutos después de aplicadas y duran aproximadamente una hora. Están compuestas por especias medianas como la canela, madera, musgo o esencias cítricas o frutales. Nota de un perfume que aparece unos minutos después de las notas de cabeza y que precede a las de base. También conocidas como notas corazón.
Notas de fondo: Tienden a ser más pesadas con ingredientes de larga duración en la piel como la madera, el cuero, especias como la pimienta y el tabaco. Es la fragancia que más tarda en llegar a ser percibida pero se huele por varias horas. Son las notas que surgen al final de la evaporación del perfume, es decir las que quedan en la piel. También conocidas como notas de base.
Familia: Se define como familia al sistema de clasificación universalmente aceptado para agrupar los diferentes tipos de aromas, en función de sus principales notas.
Las familias olfativas son: floral, hespéride, fougére o helechos, Chipre, madera, ámbar y cuero. Estas clasificaciones no son definitivas y se van ampliando para adaptarse a las fragancias que salen al mercado.
Lo que permite incluir una fragancia en una u otra familia son su notas dominantes, y dentro de cada una de ellas se establecen subgrupos en función de las notas secundarias del perfume.
Cuero: Son las fragancias típicamente masculinas, elegantes y discretas, basadas en notas secas que intentan reproducir el olor de la piel curtida, con notas ahumadas y de tabaco rubio. Especialmente indicadas para hombres que consideran que los perfumes son un complemento para los gestos diarios de higiene.
Floral: La familia floral es de lejos la más amplia y sus notas entran, como básico o complemento, en más de la mitad de los perfumes que se comercializan actualmente.
El aroma de las flores es efímero y para captarlo se utiliza el método headspace que consiste en encerrar en una burbuja de vidrio aquello de lo que queremos extraer el aroma. De todos modos, lo que permite reproducir el aroma de una flor no es una sola nota sino la combinación de multitud de ellas.
Hespéride: Las fragancias de esta familia, cuya nota base es el limón, son alegres, ligeras y frescas.
Sus fragancias se basan en los aceites esenciales obtenidos a partir del limón, la naranja, la mandarina y la bergamota.
Helecho: Es una familia tradicionalmente masculina que adopta el nombre de un perfume francés ya desaparecido Fougère Royale, de Houbigan (1884), que evocaba el aroma de las partidas de caza. El éxito de este perfume convirtió la combinación de lavanda, musgo, encina, maderas y bergamota en punto de partida para multitud de fragancias.
Chipre: Esta familia recibe su nombre de un perfume fabricado en Chipre y famoso en la antigua Roma, fraçois Coty lo redescrubrio a fines del siglo XIX y creó Chypre en 1917.
Estas fragancias ricas y persistentes, tiene una base de musgo, de encina, pachuli, sándalo o bergamota y aparecen asociados a notas frutales en los perfumes más femeninos de la familia.
Madera: Las maderas del sándalo, el cedro, el pino o el ciprés forman parte de las esencias utilizadas para crear perfumes de esta familia. Estas se encuentran a menudo asociadas al pachuli y al vetiver.
Para decir que un perfume pertenece a esta familia, las notas amaderadas deben encontrase en el corazón de éste o incluso entre las notas de salida.
Hasta el éxito de Feminité du Bois, de Shiseido, predominaban en esta familia los perfumes masculinos; ahora se encuentran perfumes para ambos sexos.
Ámbar u oriental: Las fragancias de esta familia evocan especias y esencias exóticas y se obtienen de la mezcla de vainilla, ámbar y almizcle.
Deben su nombre al ámbar gris, una secreción de los cachalotes muy utilizados en perfumería a comienzos del siglo XX y que actualmente se sustituye por elementos sintéticos.
Son los perfumes intensos y dulces, lo que los hace especialmente adecuados para las noches y otoño e invierno.
Clasificación de las fragancias: De acuerdo al porcentaje de aceites esenciales contenidos en las fragancias, se clasifican en:
Extracto: Aroma en el que generalmente la concentración de producto se sitúa entre el 20 y 30%. Es el componente más fuerte de cualquier línea de perfume.
Eau de parfum: Aroma en que la concentración se sitúa entre el 10 y el 20% del producto.
Eau de toilette: Aroma en que la concentración del producto no supera el 10%, razón por la que es menos fuerte que el eau de parfum.
Eau de cologne; Expresión francesa de la que proviene la española “agua de colonia”. En realidad, parece que la original, mezcla de romero, lavanda, bergamota, neroli y limón, se debe al italiano Gain Paolo Feminis, quién se trasladó a la ciudad alemana de Colonia en el siglo XVII. Allí comercializaba el líquido promocionando sus propiedades medicinales.
La concentración de aceites esenciales es lo que determina el grado de perdurabilidad en un perfume.
Es importante destacar que si bien cada versión de un perfume difiere en su composición, su nota de fondo no cambia, si varía el porcentaje contenido en cada una: un eau de toilette y un parfum tiene el mismo aroma. La primera perdura menos que la segunda por tener más bajo contenido de aceites esenciales que su otra versión.
Contenido de alcohol: El propósito del alcohol es el de solubilizar las esencias que las fragancias contiene y ayudar a que las mismas se dispersen en la piel. El alcohol se utiliza como vector y conductor del perfume.
Consejos para aumentar la perdurabilidad de la fragancia: Existen fragancias que duran más. Esto depende de la acidez de la piel, pero la cantidad de aceites utilizados es fundamental.
En determinadas pieles no perdura ningún tipo de perfume y, en otras, la fragancia más suave se mantiene durante todo el día. Esto está relacionado directamente con la humedad, el nivel de grasa y la acidez de cada piel.
La piel seca tiende a perder la fragancia más rápido debido a la falta de humedad suficiente. Se debe recomendar el uso de cremas perfumadas de la fragancia preferida antes de perfumarse. La piel grasa actúa en conjunción con la fragancia para aumentar su perdurabilidad por más tiempo. En cuanto a la acidez, existen distintos niveles en la piel, denominados niveles de pH. La diferencia entre el nivel de pH de unos y otros es minúscula, pero cada ingrediente en la fragancia reacciona de manera diferente según el individual de la piel.
Fuente: Health & Pharmacy News Nº2 (01/09/2000) Argentina
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