Vamos a comenzar creando una base perfecta, asegurándonos de hacerlo sobre el rostro limpio e hidratado para conseguir una mejor fijación del maquillaje durante todo el día.
Vamos a usar una brocha de maquillaje, para conseguir una aplicación más precisa y uniforme.
Comenzamos siempre en la parte central del rostro que necesita una mayor cobertura y mediante pequeños toques que consiguen que el maquillaje se funda perfectamente con la piel. Una vez cubierta la parte central, extiende así a los extremos del rostro, el nacimiento del pelo y la línea de la mandíbula para unificar el tono de la piel. Recuerda siempre bajar ligeramente hacia el cuello para evitar el temido efecto máscara.
Cuando necesites ocultar una pequeña imperfección, mi consejo es cubrirla con el corrector y dejarlo secar un par de segundos.
Para finalizar, voy a fijar el maquillaje con los Polvos Compactos Iluminadores para eliminar brillos indeseados y conseguir una mayor duración del maquillaje. Extiéndelos suavemente sobre la zona T, en la frente, la nariz y la barbilla.
Hemos creado una base perfecta usando el Maquillaje Iluminador, el Corrector y los Polvos Compactos. Y tenemos una piel súper fresca, natural y definitivamente perfecta.